El reto que comienza

En abril de 2022 comenzamos a convertir lo que era una finca de 1ha destinada a cultivo convencional de cereales, en una finca para la producción hortícola en ecológico.

 Había que adaptar la entrada para el acceso de camiones, hacer camino para transporte de mercancías, habilitar un espacio para material de compostaje, abono y acolchado, distribuir zonas… Y como trabajo fundamental implementar un sistema de riego eficiente. Se optó por un sistema de riego por goteo por altura, consistente en unos depósitos con capacidad para 40.000l que se llenan desde la acequia mediante una bomba eléctrica. Cuando los depósitos están llenos mediante una red de tuberías puede llegar el agua a cualquier lugar de la finca. Otro labor en paralelo era mejorar la calidad del suelo. Para ello se utilizó la siembra de cebada como abono verde y se incorporó estiércol.

Estos trabajos llevaron hasta final del verano. Ya se podía empezar a preparar los bancales, poner los frutales y árboles para sombra y comenzar a plantar. Y en ese momento estamos, esperando el crecimiento de las primeras variedades para realizar las primeras ventas.

Tenemos muchas ideas para el futuro de este proyecto: talleres, eventos culturales, charlas, jornadas de visita, espacio para acoger voluntariados, incluso siendo ambiciosos espacios de convivencia y festivales. Pero en un principio había que plantearlo como un negocio empresarial que generara unos ingresos con los que poder tener una vida digna, consciente y plena; para así poder continuar creciendo e impulsando otra forma de vivir.

Comenzamos este reto apasionante ofreciendo un cambio en la forma de consumir alimentos, que sean saludables y respetuosos con el entorno. Quién sabe hasta dónde podemos llegar con vuestro apoyo.

¡Gracias!

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