Veneno en los Alimentos

Hace un par de años todavía trabajaba en el sector de las energías renovables, sector cuyas prácticas por fin se empiezan a cuestionar con lemas como “Renovables sí, pero no así”, ya que hay una burbuja de macroproyectos que además no respetan el entorno.

Concretamente yo trabajaba en proyectos de autoconsumo solar, pero a veces también implicaba trabajar para multinacionales cuyas intenciones solo pasaban por un greenwashing en toda regla. Una de estas empresas era una fábrica de piensos para ganadería cuyo no nombre no diré pero que tiene instalaciones en Mequinenza (Zaragoza).

Podríamos pensar que en la fabricación de comida para animales no debería mucho producto químico, pues todo lo contrario. A la hora de realizar la visita técnica a la planta, había zonas donde solo se podía entrar con traje de seguridad y máscara, y para remarcarnos el peligro, el responsable de producción de la planta me regaló unas palabras que han permanecido en mi memoria: “La mitad de lo que producimos es químico, cuando te echas al plano un filete de carne no eres consciente de la cantidad de veneno que te estás metiendo al cuerpo”.

Todo lo que comemos que tiene origen en la industria agroalimentaria va dejando productos sintéticos en nuestro organismo, eso que quede claro. En el caso de la ganadería es más notorio, pero es que un apio convencionar para tu caldo “detox”, también llevará restos de fertilizantes de síntesis y pesticidas químicos.